Un programa de televisión, una red social como Twitter, un cocinero con chispa y una situación endiablada que supone un restaurante en su «momento Titanic», en su hundimiento. Esta es la receta del éxito de «Pesadilla en la cocina» y de un cocinero «showman», Alberto Chicote (@albertochicote), que ha logrado regenerar la parrilla televisiva de los pucheros con un nuevo formato que engancha y atrapa de forma adictiva como unas colas de langostino o un caviar perfumado con champán francés, del caro. Chicote, presentado por el crítico gastronómico del diario IDEAL, Pablo Amate, desentrañó los trucos de su éxito y, literalmente, se comió al público.
Chicote tiene arte. Encandila en el programa y en directo, sobre el escenario de este «tuituneado» Parque de las Ciencias de Granada cuando dice, un poner, que sus seguidores en Twitter le envían frases entre el ingenio y la crueldad, envueltas en una fina película de sarcasmo: «Vente para el restaurante no sé qué que tienes para dos programas?». Esto lo recibo yo en elmóvil vía Twitter cada dos por tres», explicó didácticamente. Son sus frase entonces una suerte de chicotás, bellas y que la gente recibe con salvas de aplausos y agradecimientos. Empieza Chicote y se suelta y no para, crea atmósfera y seduce al personal con soltura y profesionalidad que trasciende el mundo puramente gastronómico, culinario y del horizonte al pil pil.
-¿Twitter te ayuda a aumentar la popularidad de «Pesadilla en la cocina»?, pregunta Pablo Amate -Creo que sí. La televisión se ve ya con dos pantallas. Durante su intervención, Chicote ha contado los ingredientes de la emisión «Pesadilla en la cocina». «Cuando tenemos emisión, procuramos que el jueves, cuando empieza el programa, esté liberado para poder tuitear durante el programa. Cuando lo veo, lo hago por primera vez, al igual que el espectador. Procuro comentar cosas que no salen en el programa, pero pormi mente pasa la grabación en bruto no de la edición final, sino una semana completa de grabación del programa, así que a veces me anticipo a cosas que viví y que al final no aparecen en el montaje. Eso sí, hago fotos de los platos durante la grabación para luego tuitearlos», confiesa.
El cocinero reveló también que su intención es volver a visitar los restaurantes a los que ha ayudado: «Cuando hagamos ese programa, que lo haremos, no podré contar lo que ocurre hasta la emisión. Puedes llamarles y preguntarles a ver…», respondió a uno de los asistentes en el turno del preguntas. Chicote también advirtió que «la cadena dice que por ahora es demasiado temprano. Que hay que dar más cancha, para ver lo que ha ocurrido tanto para bien como para mal».
Hubo más. Destacó que «la cocina no ha recuperado su hueco, porque nunca ha tenido espacio en el «prime time». No nos basamos en enseñar a hacer una receta. El nuestro no es un programa de cocina, sino con cocina. En realidad, lo importante es que en nuestro país gustamucho la comida. Nos atrae ver ese mundillo. Habíamos visto elmundo guay: platos limpios. Pero nosotros enseñamos una realidad muy ligada con las historias personales de la gente y hemos encontrado un cóctel que ha funcionado muy bien». Y en relación a esta nueva temporada, incidió en que «queríamos implicarnosmás en el restaurante, aunque era complicado hacerlo.Aún así hemos ahondado más en las historias de la gente, entender las causas de lo que les pasa. Al implicarnos tanto el desgaste esmucho mayor», terminó este cocinero de chaquetas
sofisticadas.