Twitter es una red que también sirve para trincar a los malos. Y decimos así, «trincar», de manera coloquial, porque ese uso informal de este verbo se usa con frecuencia en los «tuits» de @policia, el perfil del cuerpo de seguridad que causa furor, superando la barrera de los 500.000 seguidores, gracias a ese lenguaje cercano, pero también por su eficacia en la concienciación de la seguridad y, sobre todo, en la persecución del crimen. La Policía ha logrado que lo que nació siendo el usuario convencional de una institución se transforme en una ventana al ciudadano, donde se resuelven cuestiones y se hace uso de la reciprocidad del ciudadano, de manera que al cuerpo de seguridad le ha surgido un amplio equipo de confidentes.
#TATGranada consiguió «desvirtuar» a quien está detrás de @policia, Carlos Fernández Guerra, un periodista entre agentes que ha revolucionado el panorama no solo con palabrería, sino con hechos. Ignacio Coisidó, director general de la Policía y persona seducida desde siempre por las redes sociales, animó a Fernández Guerra a que abriera páginas y perfiles en diversas plataformas con el fin de proteger en un principio la marca, sin imaginar hasta dónde iban a llegar.
El secreto del éxito es esa mezcla entre atención eficaz e informalidad en el mensaje. Un ejemplo se reflejó en esta tierra y contó con 3.700 «retuiteos». «La Policía detiene a un hombre en Granada que, ebrio, interrumpió una misa, subió al altar casi desnudo e insultó a los feligreses». Es la manera simpática de trasladar el trabajo de quienes velan por el bien general, aunque a veces ese humor le ha costado a Fernández Guerra alguna regañina. «El tiempo ha demostrado que ese estilo atrevido llega a la gente. Son más los comentarios positivos que negativos. Siempre evitamos jalear a los ‘trolls’, apuntó, subrayando que ellos no pueden solucionar los problemas que surgen en las redes sociales, «solo los que constituyen un delito. Con los que molestan recomendamos ignorarlos, bloquearlos y, si procede, enunciarlos».
Pero toda esta estrategia comunicativa que llega a la gente no tendría sentido si @policia no fuera útil para el ciudadano, un «servicio público». Mediante Twitter, el cuerpo ha combatido el tráfico de drogas, el acoso sexual, la pornografía infantil y la trata de seres humanos. «Se delata lo que ocurre y siempre respondemos en privado para mantener la confidencialidad. De ahí han salido redadas, desmantelamiento de plantaciones de marihuana, detenciones de criminales buscados, así como los delitos relacionados con Internet», repasó Fernández Guerra.
«Twitter nos encanta pero nos damucho trabajo, porque su seguridad es mejorable», demandó, alegando que acoge perfiles «que no sonmodélicos», pero resaltó que esta red es la que ofrece «mayores retos para el futuro». Pese a no tener placa, Fernández Guerra subrayó la importancia de conocer cómo funciona la Policía por dentro. «No nosmiramos el ombligo. Estamos para valorar los problemas que nos llegan y derivarnos al departamento correspondiente», incorporó. El perfil @policia es un ejemplo para el resto del mundo. Solo les supera en atención el FBI de EstadosUnidos. «Muchas policías nos han tomado de ejemplo. Incluso otras instituciones», destapó. «No nos basamos en la espectacularidad, sino en ser el perfil de la seguridad en español», delineó. Esta aparición ha contribuido amejorar la imagen del cuerpo, con un tono más serio en los mensajes de la mañana y los más rompedores de noche.
Policía 3.0
El reto es alcanzar lo que Fernández Guerra denomina la Policía 3.0. «Generar un sistema de alertas y de atención preventiva que solucione problemas con rapidez», adelantó. Un «retuiteo» de @policia tiene un poder impresionante. «El día que España ganó la Eurocopa se produjo un incendio en una localidad valenciana llamada Carlet. Movimos una petición de cubas de agua y tuvo 10.500 impactos», puso de ejemplo. Fraudes, venganzas de parejas rotas, contraseñas que se filtran. Toda una serie de delitos que el uso de las redes sociales ha contribuido a aplacar, con una curiosidad: @policia no sigue a nadie, «porque nosotros atendemos a todo elmundo. No entendemos a instituciones que siguen a muchas personas y que no dialogan con nadie. Escuchamos y leemos todas las menciones.Hay un equipo que cada 20 minutos lo hace, sobre todo si hay algo en lo que podamos aportar», abundó Fernández Guerra. Eso sí, el único que ejerce la responsabilidad de escribir en abierto es el propio «community manager». Su trascendencia le avala. Acertó con la forma y tiene un fondo.