Una vez abordado todo lo relevante, llegó la diversión. Entonces le tocó el turno al genial humorista Santi Rodríguez, nacido en Málaga, recriado en Jaén y vecino de la ciudad de la Alhambra durante 15 años, como contó él mismo después de su actuación, que no dejó indiferente a nadie. @Santihumor, su cuenta de Twitter, tiene 173.980 seguidores, a los que él les contesta «personalmente». Pero el artista se maneja divinamente en las distancias cortas, en el cara a cara, en el contacto con el público, del que arrancó uno de los aplausos más largos del día.
Ante el auditorio, el monologuista inició su intervención pidiendo a los presentes -enganchandos a sus pequeñas pantallas, desde donde narraban al mundo lo que allí sucedía en cada instante- que, por favor, apagasen los móviles, lo que arrancó la primera carcajada de una actuación de media hora centrada en parodiar su propia ignorancia sobre el universo de los móviles.
«Mi móvil tiene intuiciones»
El tamaño diminuto de las teclas de los nuevos teléfonos y sus torpes dedos, su escasa velocidad poniendo «sms», la interacción con sus hijas y su madre en temas relacionados con las nuevas tecnologías… Una acción anodina y rutinaria es capaz de ser convertida en una carcajada al unísono de cientos de personas por un tipo como Rodríguez, quien se desesperaba al contar: «Mi teléfono tiene intuiciones cuando voy a escribir una palabra… al final él escribe lo que quiere. El otro día le mandé besugos ami madre, en lugar de besos».
Su actuación le valió decenas de piropos de los tuiteros, como se reflejaba en la pantalla gigante ubicada al fondo del escenario. Al final, dedicó varios minutos a bromear especialmente sobre el mundo Twitter, con gags preparados ex profeso para su actuación en Granada. Ironizó sobre los seguidores que le piden que retuitee sus frases con la intención de darse a conocer. «Sal a la calle, hombre, que te vean… Así te das a conocer», espetó el cómico, quien echó el telón del jueves en el Parque de las Ciencias.