¿Quiénes ayudaron a Trump a convencer a sus vecinos?
Yoani Sánchez (@yoanisanchez), filóloga y periodista cubana, es una de esas personas con tanta fuerza y atrevimiento que no deja a nadie indiferente. Quizás también por eso sea inevitable que cultive admiradores y detractores, aunque a juzgar por sus más de 600.000 seguidores en Twitter los primeros son mucho más numerosos. Un ejemplo de sus últimos tuits para comprender en qué terreno se mueve Yoani: “No le vendría mal un viaje a #Cuba a @SavetheChildren para que conozcan por qué tantas mujeres no quieren parir”; “Un día habrá que estudiar la capacidad de la gente más joven en #Cuba para «cerrar» los oídos ante las consignas políticas”. Por mensajes como estos su blog ‘Generación Y’ -que está traducido a 17 idiomas- estuvo bloqueado en la isla.
Pero Yoani ha conseguido llegar hasta Papúa Nueva Guinea -no es una hipérbole- con un mecanismo para publicar tuits a través de sms. Entre su extensa lista de galardones y distinciones, tiene el premio Ortega y Gasset de periodismo, está considerada como una de las cien personas más influyentes del mundo por la revista ‘Time’; y su blog ha sido elogiado hasta por el presidente de EE UU, Barack Obama.
La lucha de esta periodista cubana, que aparece hasta en los cables de Wikileaks, se sobrepone a las dificultades y a la adversidad. Unos la proponen para el premio Nobel de la Paz y otros la considerarán poco menos que una traidora de la revolución. Yoani no se rinde y ahora pretende poner en marcha un periódico digital para informar a los cubanos.
Yoani Sánchez estará el 5 de junio en #TATGranada.
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Me parece extraordinario que esta mujer intervenga por méritos propios, pero que algunos de los participantes sean el político socialista Eduardo Medina, sor Lucía y el juez Elpidio, está ya claro cuál es la línea del acontecimiento. Si a eso se le unen algunas personas vinculadas muy condescendientes con el PSOE, pues no voy. Si Ideal es el periódico de todos los granadinos, en este caso, lo han disimulado.
Hola Juan Miguel. Si ves bien el programa creo que el abanico de participantes es bastante amplio y no obedece a una línea política, todo lo contrario, es muy plural y en él se encuentran las figuras más relevantes del momento en Twitter. Un saludo.
Decir que Yoani Sánchez es una bloguera influyente es una gran mentira. En Cuba nadie la conoce y no influye en nada. Creo que es una creación bien costosa, eso sí, y los premios le han servido para inflar un gran globo. Habla de ser perseguida en Cuba y entra y sale del país sin ser molestada. Algún día ustedes también se darán cuenta que es una manipuladora a quien solo le interesa el dinero. No me crean a mi, creánle a Gordiano Lupi, periodista italiano de L´Stampa, quien fue su traductor hasta hace un mes.
La información de Juan Carlos Díaz Osorio, totalmente correcta. TATGranada ha caído, en las redes que envuelven ese proyecto USA que circula desde 2004 como Revista Digital Consenso, desde 2007 como un supuesto blog, desde 2014 como un supuesto medio digital «independiente». Para nada. Sin alargarme, las mil mentiras de Yoani Sánchez, las conocen quienes desean conocerlas. Así «En efecto, de los 214 mil 63 perfiles de la cuenta @yoanisanchez, 27 mil 12 son huevos (sin foto) y 20 mil revisten las características de cuentas fantasmas con una actividad inexistente en la red (de cero a tres mensajes mandados desde la creación de la cuenta).» Ese fragmento, de cuando la cuenta en Twitter tenía esa cifra, pertenece al profesor francés Salim Lamrani, autor de una entrevista a la joven cubana, donde demostró en parte quién es YS. El número de seguidores falsos, «fakes», (http://fakers.statuspeople.com/Fakers/Scores), comprados, en la cuenta de esa chica, siempre ha estado alrededor del 20% (ahora algo menos) lo cual añadido a los inactivos, deja en «verde» un número muy alejado de esos 611K seguidores, la mayoría venezolanos.
En la información que TATGranada maneja hay bastantes incorrecciones. Esa chica no ha sido nunca, ni lo es periodista. Decir que lo es, es una bloguera, obedece a los apoyos que recibe respecto a su tarea, sin duda encomendada desde Washington.