Carina Szpilka | ‘La utilidad de Twitter en la alta dirección’
Hay relaciones que no nacen del flechazo y aunque Carina Szpilka se reconoce «enamorada de Twitter», lo suyo con esta red social fue más fruto del tiempo que del primer vistazo. Sin embargo, ahora es una parte imprescindible de su vida. De la personal y de la profesional. La vicepresidenta de Unicef en España y ex directora general de ING Direct, departió en la segunda charla de Talking About Twitter sobre la utilidad de esta plataforma en la alta dirección de una empresa.
«Al principio me preguntaba para qué escribía, si no tenía apenas seguidores. Me sentía así como esa gente que habla desde un cajón, como charlatanes, que parecen locos. Todavía hoy me siento a veces así. Pero le fui encontrándole utilidad», continuó Szpilka, que seleccionó los usos principales para Twitter en su día a día. «El primero, para informarme. Veo el ‘timeline’ para conocer lo que pasa, gracias a los medios de comunicación a los que sigo. De forma condensada me sirve para discriminar noticias», abundó. «También me gusta su capacidad para el aprendizaje. Aprendo cada día de contenidos que leo y comparto», subrayó. «Es además una gran herramienta de comunicación corporativa: para emitir mensajes, de manera muy directa; para conversar con los clientes. Es comunicación con el mundo, pero también comunicación interna, que propicia que la gente del equipo de trabajo en el que te encuentras te siga y converséis», remachó.
Las singularidades de la plataforma son parte de su fuerza, en opinión de Szpilka. «Twitter obliga a sintetizar y ordenas las ideas. Así, el mensaje que mandas es más claro. Ayuda mucho cuando quieres transmitir cuál es tu misión». Pero al mismo tiempo observa errores muy habituales entre los directivos de las empresa, que considera que se deberían de evitar. «Muchas veces me han preguntando que cómo tuiteo y quién debe estar ahí. Debes estar si te gusta, no por apariencia. Si un directivo se preocupa genuinamente, puede estar. Si no, se perderá gran parte de su esencia», incidió.
En el mundo de los negocios y las asociaciones, hay peligros que se pueden correr ante un mensaje equivocado. «Hay que tuitear con conciencia y cuidado, sabiendo que no puedes separar quién eres de la entidad a la que representas. Es complicado disociar. Hay que asumir el ‘gorro’ que se lleva, guste o no».
Sobre las crisis de imagen, que a veces afectan a entidades, esgrimió que «dan algo de miedo y te enfrentas a comentarios y reacciones que no te gustan. Hay que tener piel de elefante o de cocodrilo, que es más dura. Intentar no tomarse las cosas a la tremenda ni dramatizar, o sufrirás», asumió. «Reflexionar, no asustarse, medir de verdad el impacto e intensidad de esa crisis, y ser transparente y honesto. Si te equivocas, te equivocaste. A veces nos encorsetamos y la gente, cuando eres sincero, suele entenderte. No hay que ignorar al resto. Hay que escuchar, pero también siempre tener un protocolo de crisis», aportó.
«Desde el punto de vista empresarial, Twitter tiene muchas utilidades. La primera es comunicación con clientes. Ejemplo, cuando una página web está caída y avisas de ello. Aunque siempre genera debates internos. En este caso, gente de dentro que a lo mejor prefiere que esto no se difunda», escogió. «Permite también anticiparse a problemas. Un día me levanté con muchas menciones y ya sabía que había un problema. Así nos anticipamos a ella antes de llegar a la oficina. Pulsas que opinan de tu marca, de tus acciones publicitarias, si hay una afección hacia ella o no. Sirve de atención al cliente. Twitter es también una herramienta de captación y de transacción», sumó.
Esa accesibilidad es otro valor en relieve:«Conectar, compartir y cuidar son claves de Twitter. Información, servicio, escucha, anticipación, a veces un dolor de cabeza y hasta adicción. El ‘marketing’ es así más difícil que nunca».