Amayo Valdemoro | Exjugadora de la Selección Española de Baloncesto
Cuando Amaya Valdemoro se partió las dos muñecas, el mundo se le vino encima. No solo temió la retirada como jugadora profesional de baloncesto. Es que durante los primeros meses necesitaba ayuda para hacer absolutamente todo. Fue una etapa deprimente, sin certeza de volver a la pista, en la que Valdemoro encontró no solo un refugio en el mundo virtual, sino un impulso fundamental que la fortaleció mentalmente y que le permitió superar la sensible afección. «Algunos mensajes de apoyo me ayudaron con mi lesión», certificó en la entrevista a corazón abierto que le hizo Iñaki Cano, el presentador de Talking About Twitter.
«Twitter no me pilló tan jovencita como para liar una trastada, pero lo hubiera petado si hubiera sido así», arrancó con simpatía. «Me metí tarde y gran parte de culpa la tiene el presidente de la FEB, José Luis Sáez. Ahora es lo primero que hago al levantarme: mirar los resultados de la NBA y los de mis compañeros en los equipos que he estado. También sirve para que los fans te conozcan mejor, en lo deportivo y en la parte humana. Por supuesto, para informarme de todo lo que sucede a mi alrededor», argumentó.
Tras su retirada, Amaya Valdemoro ha compatibilizado su labor en la Federación de Baloncesto con la de comentarista en televisión, experiencia enriquecedora aunque la convierte a veces en percha de muchos palos. «Me he llevado bastantes por Twitter. También elogios, ojo. Hay gente que se pasa mucho aprovechando la identidad oculta. Ahora, comentando los encuentros, alucino bastante porque me dan mucha caña. Yo soy aficionada del Real Madrid reconocida pero comento los partidos de la Euroliga de todos los equipos. Siempre voy con el equipo español pero, aún así, recibo palos de aficionados madridistas. Acepto lo constructivo, pero paso de lo malo», explicó.
Valdemoro ahondó en aquella fase que estuvo en el ostracismo, antes de regresar a la cancha para volver a levantar la copa de campeona. «Cuando me rompí las dos muñecas, totalmente impedida, tenía que hacer unos ademanes extraños para leer el Twitter y captar los mensajes de apoyo. Me dijeron que no podía volver pero, como soy muy cabezota, salí adelante. Aquellos mensajes me ayudaron en la recuperación. Volví a jugar y a ganar un Europeo. Eso ya no me lo quita nadie», resaltó.
«Lo pasé muy mal. Necesitaba a la familia y amigos para todo. Me aguantaron todo. Hubo un día que me dejaron en casa y, como no subieron las persianas, estuve totalmente a oscuras todo el día. Insisto en que me llegué a emocionar con las palabras de ánimo de algunas personas por Twitter. Yo ya sabía que me iba a retirar tras el Europeo, pero estuve tuiteando todo el campeonato y ahí quedó recopilada la experiencia. Dejé un mosaico precioso con todas mis compañeras».
A veces, las críticas se vuelven insultos, algunos de gravedad. «Hubo un chico que me puso un tuit borde. Hay gente que retuitea las cosas negativas. No lo suelo hacer, pero en este caso sí», lanzó, antes de decir en público el contenido del tuit, claramente peyorativo. «Le contesté. Era muy desagradable. Me quedé tan a gusto».
La exjugadora tiene claro que si un deportista se abre una cuenta en Twitter ha de intentar guiarla sin ayuda de otros. «El deporte mueve masas y los cracs del deporte tienen que mostrarse tal como son. Hay que dejarles que lleven la cuenta, aunque se equivoquen. Se trata de ser cercano. Tenemos que ser nuestro propio ‘community manager’. Entiendo que hay gente que necesita ayuda porque no puede dedicarle mucho tiempo. Pero yo soy un ejemplo de que se puede. Soy bastante activa, tengo conversaciones con mis seguidores y creo que se puede llevar bien. Pongo sobre todo fotos graciosas, más que las que salgo bien. A veces aparezco horrorosa, pero me da igual», entonó entre carcajadas.
Un posado de éxito
Con Twitter, Valdemoro ha llegado a alucinar a sus ‘followers’. «Hice un posado para la revista DT, seductora, con poca ropa, y sorprendió a la gente acostumbrada a verme con el pantalón corto y la camiseta de la Selección. Triunfé con esas fotos», se rió.
El deporte femenino sobrevive todavía bajo escasa atención, pese a su potencial y la cantidad de chicas que lo practican. España es sin duda la gran potencia continental en baloncesto. «Estamos orgullosas de no tener rival en Europa, aunque el baloncesto femenino es algo minoritario aún. Pero Twitter le ha dado muchísima repercusión y tenemos que estar agradecidas. Llegamos a todos los rincones gracias a las redes sociales. El verano pasado ganamos en todas las categorías, sin perder un solo partido. 36 encuentros en total. Es un dato histórico, que no sé si se repetirá. Hay que agradecer a este medio de difusión social, porque ayuda al deporte femenino en general a expandirse. Si se utiliza bien, dará a conocer más éxitos», vaticinó.