Cristina Cifuentes | Delegada del Gobierno en Madrid (PP)
Pedro Sánchez Pérez-Castejón | Diputado Nacional en Madrid (PSOE)
Los malvados, que alguno había ayer en la jornada matinal del TAT Granada, se apresuraron a traducir los ‘arrumacos políticos’ que se hicieron Cristina Cifuentes (PP), delegada del Gobierno en Madrid, y Pedro Sánchez, diputado nacional y pre candidato a liderar el PSOE:según los cizañeros, las muestras de cariño que intercambiaron ambos son la prueba definitiva de que populares y socialistas están a favor de una alianza social-conservadora –al estilo alemán– para garantizar la gobernabilidad futura de España y, de paso, fortificar el bipartidismo y cerrar el paso a fuerzas como Podemos, Izquierda Unida o UPyD.
Todo esto pensaron en pocos segundos los intrigantes –pues aconstumbran a tener una gran capacidad de trabajo– cuando escucharon decir a Cristina Cifuentes que, si fuera del PSOE, votaría por Pedro Sánchez. Este le agradeció el piropo e instantes después, cuando –con el diálogo ya finalizado– IDEAL le advirtió de lo que estaban comentando los murmuradores, el congresista respondió lo siguiente: «¡Ah, lo de la gran coalición! Bueno, con Cristina yo estaría dispuesto a coaligarme, ja, ja, ja».
Eso sí, ni sobre el escenario ni cuando se bajó de él, quiso confirmar si optará o no a la secretaria general del PSOE. «Estoy en escucha activa», afirmó ante su rival política, y, sin embargo, amiga, y el director de IDEAL, Eduardo Peralta, que fue el moderador del debate.
«Sentimos y sufrimos»
En el patio de butacas, José Antonio Rodríguez Salas, alcalde socialista de Jun y un tuitero de marca mayor, no disimuló que su favorito es Pedro Sánchez. Vamos, que lo dijo en voz alta. Así que al aludido se le vio contento. Se fue de Granada con las pilas cargadas… Ahora solo hace falta que se presente, claro. De momento, ayer no se cortó a la hora de señalar algunos de los ‘pecados’ que, a su juicio, ha cometido su partido en los últimos tiempos. «Hay que acabar con las ‘puertas giratorias’», afirmó, en alusión a la perpetua costumbre de muchos políticos españoles de entrar en los consejos de administración de empresas poderosas cuando dan por concluida su etapa pública.
Pedro Sánchez también reconoció que la decisión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de indultar al banquero Alfredo Sáenz fue un error mayúsculo.
Como es natural, entre una cosa y otra, Cristina Cifuentes y Pedro Sánchez, que se mueven como peces en el agua en las redes sociales, hablaron de sus relaciones –de las buenas y las malas– con Internet.
En este sentido, la delegada del Gobierno en Madrid recordó que cuando se ‘afilió’ a Twitter –fue de las primeras políticas españolas en hacerlo–, sus correligionarios la miraban como si fuera una marciana. O casi. «En el PP tenía fama de friki porque tuiteaba, pero es que yo me creo Twitter. Mi cuenta la llevó yo personalmente, y no es una cuenta política», relató.
Pedro Sánchez, por su parte, señaló que las redes sociales ayudan a los políticos a «acentuar» su «perfil humano:porque somos personas como las demás, sentimos y sufrimos como cualquiera».