«Apostamos en Canal Sur por el talento andaluz que rompe con todos los tópicos»
TAT Granada reivindica Twitter como espacio de libertad, pero como expuso Jean Paul Sartre, la libertad de uno acaba allí “donde empieza la de los demás”. Es decir, la libertad necesita sus propios límites, allí donde los marca la ley. En su séptima edición, el mayor congreso del mundo sobre la red social reunirá a Miguel Pasquau, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla; María Jesús del Barco, jueza decana de Madrid; José Muelas, abogado especializado en Derecho informático; y Fernando-Germán Benítez, fiscal de España en Málaga.
Miguel Pasquau es jurista de profesión, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla y profesor de Derecho Civil en la Universidad de Granada. Aficionado a la red social, suele compartir sus propias reflexiones y las publicaciones literarias de su página personal, escritor por afición. También se define como un “obsesionado con la verdad, la mentira y las trampas”.
María Jesús del Barco es jueza decana de Madrid desde el 17 de septiembre de 2018, cuando tomó posesión del cargo en sustitución de Antonio Viejo. Su victoria con 85 votos sobre el magistrado Ignacio Torres, que obtuvo 60, supuso un hito al convertirse en la sucesora de Manuel Carmena, la última mujer en el cargo 22 años después.
José Muelas es un abogado especializado en Derecho informático fundador de las corrientes Brigada Tuitera o Movimiento #T, que consiguió convertir en ‘trending topic’ su lucha contra las tasas judiciales gracias a una campaña de tuits masivos bajo el hashtag #DerogaTasasya, así como de la Red de Abogados y Aboadas de España. Ha intervenido en la Comisión de Justicia del Congreso en calidad de experto en el campo del derecho de Internet.
Fernando-Germán Benítez es fiscal de España y desde junio de 2015 delegado de Medio Ambiente y Urbanismo, su especialidad, de la Fiscalía de Málaga tras la marcha de Juan Calvo-Rubio. Entre los casos que ha trabajado destaca el del sacrificio de más de 2.000 animales en las instalaciones de Parque Animal de Torremolinos.
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