“La iglesia utilizó el concepto de la vida eterna para controlar conciencias”. “Lo del cura Pedro Ruiz, de Canena, me parece penoso, desafortunado y triste. Una falta total de respeto”. “A los cristianos solo se nos podrá reconocer si partimos y compartimos el pan. Una fe que no toca el bolsillo no ha tocado el corazón”. Son algunos de los últimos tuits de Sor Lucía Caram, la revolucionaria monja tuitera que en poco tiempo ha reunido 100.000 seguidores en esta red social con mensajes directos y cargados de fuerza. No rehuye la actualidad -“Creo que la política que tanto nos amarga a todos es demasiado importante para que la dejemos en manos de los políticos”-. Habla de asuntos profundos -ha pedido en Twitter la dimisión del ministro Cristóbal Montoro- y triviales, como de fútbol y de la desilusionante campaña del Barça. Denuncia los desorbitantes sueldos de los futbolistas pero sostiene que “Dios es argentino y en la intimidad se llama Messi, a veces, Francisco”.
Sor Lucía Caram, una dominica contemplativa argentina -tucumana, para más señas-, llegó a España hace 19 años y desde este lado del Océano sigue criticando que el mayor mal de Latinoamérica son sus “líderes corruptos” -no todos, se entiende-. Su popularidad y sintonía con la gente se ha disparado en cuestión de meses. Tiene un programa de cocina en televisión y es autora de dos libros, ‘Mi claustro es el mundo’ y, el último, ‘A Dios rogando’. Promovió en Cataluña la Fundación Oriol, desde la que ayudan a 1.600 familias a través de su banco de alimentos.
Ha celebrado la llegada del nuevo Papa, del que opina que es un “tsunami de normalidad dentro del Vaticano” y celebra que “habla con lenguaje humano”.
Sor Lucía estará en la segunda edición de Talking about Twitter #TATGranada los próximos días 5 y 6 de junio para explicar su particular evangelio. En una ocasión le preguntaron si Cristo usaría Twitter y su respuesta fue contundente: “Yo creo que fue el primer tuitero. El Evangelio está compuesto por frases cortas que entran perfectamente en un tuit”.