Si una persona que sigue a otras mil en Twitter dedicara tan solo 10 segundos a leer los tuits de esos internautas, emplearía casi tres horas al día. Si además respondiera a algunos de ellos, la tarea se convertiría en inabordable por la ingente cantidad de tiempo consumida. Cada semana se envían miles de millones de mensajes en la plataforma, estos mensajes aportan información muy valiosa, pero es obvio que es preciso dotarse de las herramientas necesarias para saber interpretar y analizar el flujo de información que discurre sin descanso por Twitter.
Y eso es lo que se explicará en la tercera edición del #TAT Granada, en una mesa redonda en la que participarán Adolfo Corujo @adolfocorujo, socio y director general de Llorente & Cuenca, gran experto en la construcción de identidades digitales para empresas; Jorge Peñalva @jorgempenalva, consejero delegado de Sentisis, especialistas en leer las redes sociales; Julio Gonzalo @JulioGonzalo1, investigador y profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UNED, y Maarten de Rijke @mdr, matemático, filósofo y profesor de informática en la Universidad de Ámsterdam. Son dos de los primeros científicos en el ránking mundial de publicaciones en esta materia.
Aquellos que están profundamente implicados en participar activamente en Twitter pueden llegar a ser demasiado dependientes del aumento o descenso diario de su número de seguidores. Pero el éxito no se puede medir exclusivamente por las cantidades, es preciso definir claramente los objetivos, conocer la repercusión y la difusión que alcanza un tuit, cuántos usuarios visitan un sitio web después de haber leído un comentario en la plataforma que hace referencia a ese sitio concreto, evaluar la calidad y participación de los seguidores y saber calibrar la imagen online que genera la actividad en las distintas plataformas. La explosión de la red social ha transformado para siempre la forma de entender el mundo, no sólo la relación entre las personas, sino también la relación de las empresas con sus competidores y con sus clientes y consumidores. Así, las compañías no deberían plantearse su gestión de las redes sociales bajo la visión reduccionista de que simplemente «hay que tener presencia». No, hay que estar en la red porque se tiene algo muy concreto que contar. Es preciso saber escuchar y leer el tráfico de datos para poder construir un discurso coherente y atractivo en la red social que enganche a los clientes y contribuya al crecimiento corporativo.
El experto en la gestión de la reputación a través de Internet Adolfo Corujo define este nuevo mundo como una auténtica «revolución de las comunicaciones». A pesar de que el mundo se va adentrando en un terreno cada vez más digitalizado, hay viejos adagios que mantienen toda su vigencia, como aquel que sostiene que se tardan años en construir una reputación que se puede perder en un segundo. Eso también es válido para la red, donde contrariamente a lo que se pueda pensar a priori, las palabras dejan una huella perdurable y son numerosos los casos de personalidades con proyección pública que han visto sus carreras profesionales truncadas o seriamente afectadas por una actuación desafortunada en Twitter. La red social pone una lupa de aumento en todo lo que hacen o dicen aquellos que participan en ella y eso es algo de lo que empresas y particulares deben ser conscientes para ofrecer las respuestas adecuadas a sus audiencias.
Analizar conversaciones
Analizar y comprender el sentido de las conversaciones en las redes sociales para poder actuar en consecuencia se ha convertido, pues, en una necesidad esencial y una de las personas que más sabe de esto es Jorge Peñalva, el consejero delegado de la startup Sentisis, creada hace solo tres años, cuyo negocio es analizar el sentimiento de los conversaciones en las redes sociales, segmentarlas y extraer los datos más relevantes para el cliente, con la finalidad de que éste pueda acelerar la toma de decisiones. Sentisis es especialista en detectar quiénes son los usuarios más influyentes, gestionar crisis de reputación, estudiar la audiencia en las redes sociales para ayudar a focalizar la consecución de objetivos.
«La próxima revolución en las comunicaciones tiene que ver con la capacidad de procesar y comprender automáticamente toda la información que está disponible en Internet», confirma el profesor Julio Gonzalo, que expone claramente la realidad a la que ha conducido la explosión de las redes sociales: «Ya no es posible digerir de forma manual la información que nos interesa». En numerosas ocasiones, la información que buscamos se encuentra implícita, sumergida dentro del torrente de las redes sociales y hay que saber cómo identificarla para poder filtrarla. Es decir, el foco ahora debe estar en el desarrollo de sistemas de acceso inteligente a la información, a través de herramientas avanzadas de análisis de las redes sociales. Una investigación que abarca la ingeniería, las matemáticas e incluso la filosofía y a la que se dedica de manera entregada el profesor Maarten de Rijke, que trabaja en la Universidad de Ámsterdam desde el año 1998. Analizar y procesar las redes sociales es también el paso clave para saber utilizar y disfrutar de una manera adecuada de Twitter. Y todo eso, lo podrán aprender el próximo martes 23 los asistentes a la tercera edición del #TAT Granada.