Tres profesionales sanitarios y divulgadores del ámbito de la salud en Twitter dieron el pistoletazo de salida a la sesión de tarde de la primera jornada de #TATGranada21. Miguel Ángel Cámara, Gorka Orive y Miguel Marcos se turnaron, debatieron entre ellos y contestaron preguntas de los asistentes acerca de los desafíos y oportunidades para la comunicación de conocimiento científico durante la pandemia, en especial en el ambiente hostil provocado en muchas ocasiones por negacionistas y conspiranoicos. A ellos les acompañaron también otras destacadas figuras de este ámbito, como Gemma del Caño, Carlos Mateos o Antonio Gutiérrez, que participaron de manera telemática a través de vídeos.
La sesión arrancó con la presentación e intervención de Miguel Ángel Cámara, quien definió a sus compañeros de mesa redonda como «baluartes incansables de la divulgación sanitaria y científica en redes sociales». Asimismo, destaco su papel en el «combate contra la narrativa negacionista y conspiranoica» que en muchas ocasiones ha intoxicado el debate público sobre la covid-19. Cámara reconoció que, sobre todo durante los primeros meses tras el inicio de la pandemia, hubo «errores de comunicación» que achacó sobre todo a la falta de información veraz disponible. «Todavía no se sabe el origen del virus», recordó.
Además, los problemas no sólo fueron de mensaje, asumió, sino que conforme el conocimiento mejoraba la comunidad se iba dando cuenta de que, por ejemplo, se había sobreestimado el contagio por superficie y subestimado el que se produce por la permanencia de aerosoles en espacios no ventilados correctamente. A ello hay que sumarle las numerosas contradicciones en las que se ha incurrido conforme se matizaba el conocimiento sobre el funcionamiento del virus, un hecho que, reconocieron los expertos, ha podido generar «escepticismo» en algunos grupos de población y han llegado a «alimentar el pensamiento negacionistas y conspiranoico».
A consecuencia de este estado enrarecido de cosas, los médicos reconocieron que durante la pandemia han vivido «problemas con los pacientes».
«Íbamos a tientas»
Miguel Marcos fue el segundo divulgador en tomar el micrófono para explicar «por qué y para qué» se ha hecho este esfuerzo de divulgación intensiva. Comenzó reconociendo que al principio iban «a tientas» y en algún momento «empezaron a salir informaciones y datos que no se sabía de dónde venían» y hubo que contrastar. Ahí vio Marcos la raíz de al menos una parte del movimiento negacionista:«la premura y el miedo a la pandemia» espolearon una avalancha de noticias no siempre verdaderas. «Se combinaron la ausencia de datos y el exceso de información con los bulos y falsedades». Una situación que calificó como «un complejo puzzle» que se deriva del hecho de que Twitter «es como un periódico instantáneo».
La estrategia de Marcos pasó por centrarse en «contar la pandemia, divulgar y resolver dudas, desmontar bulos y compartir información profesional» de carácter más técnico. En este sentido, destacó la capacidad de la red social para actuar como un foro internacional para trabajadores del ámbito de la salud.
En tercer lugar tomó la palabra Gorka Orive, quien destacó que el primer paso para poder explicar, siempre «sobre la base de la evidencia científica», radica en «entender», algo que no siempre ha sido posible durante la pandemia, sobre todo al principio. «Los profesionales también nos habíamos muchas preguntas», reconoció Orive, quien destacó la posibilidad que ofrecen las redes sociales como Twitter de «acercar la ciencia a la sociedad» en un momento en que «quienes buscaban la conspiración encontraron el ambiente perfecto» de un mundo nuevo con muy pocas certezas.
Para quienes quieran dedicarse a comunicar ciencia como ellos, Orive recomendó «transformar el conocimiento en un mensaje sencillo, aunque sin caer en simplificaciones». También abogó por mencionar las fuentes de lo que se publica y por acompañar los textos con imágenes o gráficas que permitan explicar mejor los contenidos.